Y no olvides que no soy de hierro. Que las balas atraviesan
y las puñaladas duelen. Pero sobretodo que sigo siendo yo, la que te quiere. A la que
le gustan las cosas claras, como el chocolate espeso o el amor en la cama.
Pienso que las directas son más rentables que las indirectas y que las sonrisas
son más agradables que gotas por mis
mejillas. Y si me preguntan en qué pienso, sigues siendo tú mi respuesta preferida. Que entre tú y yo
nada cambia. Y no lo intentes que hacerte el duro nunca fue tu fuerte. Que
seguimos queriéndonos en la distancia y olvidando las malas pasadas. Y deja de esconderte que cuando apagaron las
luces…tú encendiste la noche. Que yo espero un golpe de suerte que te haga
volver, volar hasta mi cama. Empapada aún del calor que desprendía tu cuerpo
los días que las palabras sobraban. Y sí, sigo siendo la loca que abrazabas
cuando jugábamos con las miradas. Y me desnudabas, sin tocarme. Y me tenias,
sin cogerme. Y volábamos, sin alas. Sin excesos ni chorradas. Entiéndeme cuando
digo que nada cambia y que vuelvas, a quererme hasta en los días de resaca. Vuelve
porque duele, el corazón duele y las heridas sangran.
Pero no, no te lo hecho en cara. Aunque a esa pared tu y yo
empotrados le quedaríamos de fabula. Has decidido marcharte y yo solo sueño con
viajar a tu lado... Sin molestarte.
2 comentarios:
por qué tienes un blog tan precioso?
Precioso simplemente precioso
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