Promesas que nos quedan por cumplir


Que sí, que pierdo el control, pero por tus huesos. Si pudiera iría directa al mar i me tiraría de cabeza recordando todas aquellos chapuzones de agua fría que aún nos quedan por dar. Y es extraño porque a veces sueño que te sueño. Y te despierto con cubos de agua fría porque sé que las sábanas te gustan mucho. Pero el tiempo no nos sobra y las noches son escasas. Y el cielo… dicen que está bonito pero sabes que? Que le den a él y a las estrellas que nos han hecho soñar por tanto tiempo. Porque ahora somos dos. Sí, tú y yo dispuestas a comernos la noche como nunca lo habíamos hecho. A jugar a títeres con las cabezas de los hombres. Jugar hasta que compartamos saliva a través de extraños desconocidos. Hasta el punto de no reconocernos. Poder ser nosotras las que vivamos el momento. Para decirles “no, tú no” y reír. Sobretodo eso. Reír. Hasta que las costillas quieres desencajarse de nuestros cuerpos, a carcajadas y sin poder parar. Y llenar la cabeza de recuerdos. Y tomarnos las botellas a chupitos de tres en tres. Como los años que llevamos esperando esto. Retarle al mundo que esta noche perderemos el control más que nadie. Bailar hasta que la música nos ensordezca y los pies nos sangren. Hasta que le pidamos al sol que se esconda; que aún es pronto. Que la noche es joven! Como nosotras. Perder la cabeza hasta el punto de tatuárnoslo. Pero no. No hace falta marcarnos la piel a fuego porque yo te llevo tan a dentro que hace tiempo que te grabaste a tinta indeleble en la válvula izquierda de mi corazón, pequeña.


1 comentario:

Sяtα Pαtяiciα OlαzábαL. dijo...

Mi texto <3 te quiero, pequeña.