Arriésgate, inténtalo, lucha,
lánzate a aquello que tu corazón sienta de verdad, pero sé paciente y no hagas
las cosas por impulsos y sin pensarlas. Átate el cinturón de seguridad, pero
vete por la vida haciendo alguna locura. No te balancees con la silla, no
pongas los codos en la mesa, saca tema de conversación, no seas maleducado.
Come con la boca cerrada, pero sé informal. Coge el paraguas que va a llover,
pero aprende a bailar bajo la lluvia.
Ríe con fuerza, con ganas, grita
incluso, pero bajito, al oído de alguien, ya me entiendes… Siente un poco con
la cabeza y piensa con el corazón, que a veces no está mal ir en contra dirección.
Que total, nunca nadie se aclara.
Sinsentidos que te da la vida,
dolores de cabeza que te gustan, palabras que no dicen nada y lágrimas que provocan
felicidad. Se contradicen. Y yo que ni cumplo ni dejo de obedecer, que ni vivo
ni muero, que ni siento ni padezco si no estás tú, me encuentro en medio de todo esto. Y me dedico a buscar
respuestas entre estas incoherencias. Y me arriesgo, porque la vida es una
carrera, aunque a veces ir a mucha velocidad no me lo tengan permitido.
Patricia Olazabal y Magdalena Murtra
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