Al final siempre acaba
como esa canción triste, esa palabra de consuelo, esa conversación incómoda que
nadie quiere tener. Como ese, si te miro no me acuerdo, pero que recuerdas…. Esto
acaba como la realidad, como el vaivén de la brisa, como las historias que
nunca quisiste contar.
Y qué triste es ver una
causa perdida. Pero con el tiempo aprendes a no fingir, a no sentir, a no
mentir(te). Pero éste desastre es sólo mío, no importa. Y mientras tú te
delatas yo me marcho. Es tarde y triste.
Y hace frío, pero ya me calentará otro sol de verano. Otra historia que contar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario