Porque allí no, pero aquí empieza a hacer frío y me hago un
ovillo en esta cama tan grande.
Y pienso lo a gusto que estaría si tu
estuvieras aquí. Y mientras te hablo, me gustaría gritarte ven, ven que te
necesito aquí. Muy cerca para que me des calor. Y valor para enfrentarme a este
invierno sin ti. Porque alguien sabio me dijo que los inviernos solitarios solo
existen para los fuertes, y yo cariño, lo dejé de ser hace mucho tiempo. Cuando
te conocí, y comencé a ser vulnerable.
Pero aquí sigo escuchándote hablar, con carita de tonta
intentando disimular la obviedad más grande. Viendo cómo los arboles pierden
sus hojas mientras el frío va penetrando en cada uno de nosotros. Y al igual
que ellos, yo también voy perdiendo. El valor para decirte ven. Sólo ven a esta
cama vacía a olvidarnos del invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario