Poder no es querer

Puedo pasarme horas muertas viendo la lluvia caer, resbalando por las hojas de los árboles, formando charcos, obligando a la gente a refugiarse en recovecos, mojándome. Puedo sentarme en una plaza sin nada que hacer y pasarme horas y horas. Mirando jugar a los más pequeños y sin poderlo evitar; sonreír, escuchar conversaciones ajenas y pensar en sus problemas y por un momento, olvidarme de los míos y imaginar ser otra persona, más feliz. Puedo escuchar a todos, conocidos y desconocidos, amigos y enemigos, y ayudarles, aunque sea a desahogarse y ofrecer mi opinión, simple pero justo. En cambio no soy capaz de escuchar a mi cabeza ni a mi corazón. Puedo sufrir por todas las injusticias que me rodean y por aquellas que no y no evitar derramar una lágrima.

No hay comentarios: